Entrenamiento de la Fuerza (2.8) - Mejora de la Postura
Entrenamiento de la Fuerza (2.8) - Mejora de la Postura
A través del entrenamiento muscular de fuerza podemos influir en la postura, incidiendo en la relación causa-efecto de un modo duradero. Se puede y se debe aplicar estímulos de entrenamiento que tengan relación con la postura en cada segmento corporal, desde los pies hasta la columna cervical.
Finalmente, el entrenamiento de fuerza de los músculos estabilizadores de la columna vertebral, especialmente de los extensores de tronco, de los músculos de la columna cervical y la cadena del dorsal ancho-glúteo, tendrán un efecto de enderezamiento del tronco y de mantenimiento de la tensión corporal. Es posible que se acentúen las oscilaciones de la columna vertebral hacia la dirección de los radios de curvatura descargados, pero normalmente se consigue una óptima repartición de las cargas en la columna vertebral.
A través del entrenamiento muscular de fuerza podemos influir en la postura, incidiendo en la relación causa-efecto de un modo duradero. Se puede y se debe aplicar estímulos de entrenamiento que tengan relación con la postura en cada segmento corporal, desde los pies hasta la columna cervical.
Pensemos, por ejemplo, en unos músculos del tobillo y del pie muy atrofiados.
Entonces, la capacidad de equilibrio de cada fase unipodal de la marcha se verá notablemente reducida. Efectuando los ejercicios de entrenamiento de la fuerza adecuados podemos aumentar, por un lado, las relaciones de fuerza de estos grupos musculares y mejorar, por el otro, la coordinación integrándolos con las grandes cadenas musculares. Para construir una plataforma estable para la columna vertebral debemos crear una estabilidad básica de la pelvis, entre otras cosas mediante el establecimiento de una cadena extensora de la rodilla y de la cadera suficientemente potente, con su función “antigravitatoria”.
Finalmente, el entrenamiento de fuerza de los músculos estabilizadores de la columna vertebral, especialmente de los extensores de tronco, de los músculos de la columna cervical y la cadena del dorsal ancho-glúteo, tendrán un efecto de enderezamiento del tronco y de mantenimiento de la tensión corporal. Es posible que se acentúen las oscilaciones de la columna vertebral hacia la dirección de los radios de curvatura descargados, pero normalmente se consigue una óptima repartición de las cargas en la columna vertebral.
De este modo se puede reducir considerablemente las cargas máximas que se producen durante las actividades "peligrosas" de la vida cotidiana o deportiva.
Evidentemente, la colocación de los brazos determinada por el desarrollo muscular de las escápulas y la articulación del hombro tienen un papel muy importante en lo que se refiere al reparto de las cargas.
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