La temida Fascitis Plantar
Fascitis
Plantar. ¿Qué es? ¿Cómo resolver sus molestias?
Seguramente
alguna vez hemos escuchado “el médico me ha dicho que tengo
fascitis plantar”. O quizá nos lo han dicho a nosotros mismos.
¿Qué
es la fascitis plantar? ¿Tiene remedio?
La
fascitis plantar es una de las causas más comunes de dolor en el
talón o en la planta del pie. Se trata de una inflamación de una
banda gruesa de tejido elástico (fascia plantar) que se extiende a
lo largo de la parte inferior del pie y que conecta el talón
(calcáneo) con los dedos del pie (zona metatarsal)
En
condiciones normales, la fascia plantar actúa como una cuerda
amortiguadora que crea la tensión que mantiene el arco del pie,
absorbe y devuelve energía cuando el pie impacta en el suelo, y
protege los metatarsianos de los dedos de un exceso de flexión
dorsal. Si se crea demasiada tensión y estrés sobre este tejido se
puede producir pequeños desgarros en la fascia. Este estiramiento y
desgarro repetido puede provocar daños mayores, irritación o
inflamación de la fascia.
La
fascitis plantar es una dolencia bastante frecuente entre la
población deportista, pero sobre todo en personas con sobrepeso,
personas que utilizan calzado inadecuado y personas con otras
alteraciones en los pies.
Se
estima que alrededor de un 10% de la población la padece en algún
momento de la vida, convirtiéndose en crónica en un porcentaje del
2%.
Síntomas.
La fascitis plantar suele provocar dolor punzante en la planta del
pie, principalmente en la zona cercana al talón. Este dolor puede no
ser continuo a lo largo de todo el día y puede depender de nuestra
actividad. Suele presentarse durante los primeros pasos luego de
despertarse así como después de haber estado parado o sentado
durante mucho tiempo. También suele empeorar luego de correr o hacer
ejercicio, no tanto mientras se realiza.
Diagnóstico.
La fascitis plantar se diagnostica por los síntomas y por la
exploración física realizada por el especialista. El especialista
puede sugerir una radiografía o una RM (resonancia magnética) para
asegurarse de que la causa del dolor no sea otra, pero no suele ser
necesario.
En
ocasiones una radiografía puede mostrar un espolón que sobresale
del hueso del talón. En el pasado se creía que estos espolones
provocaban el dolor en el talón y se los extraía quirúrgicamente.
Sin embargo, muchas personas con espolones en los talones no sufren
dolor alguno.
Origen.
El origen de la fascitis plantar está en el desgarro parcial
continuado de la fascia plantar provocado por un trabajo excesivo,
fuera de su rango de resistencia a la tensión. Los motivos de está
situación de tensión excesiva puede estar en alguna anomalía en el
arco plantar (pie cavo, pie valgo,...), una forma anormal de caminar,
falta o poco hábito de ejercicio, el exceso de peso u obesidad, la
edad (mayor frecuencia a partir de los 40 años), y en general
actividades que provoquen mucho estrés al talón y a la planta del
pie (trabajar muchas horas de pie, caminar sobre superficies duras,
correr largas distancias o correr por montaña, ballet, danza
aeróbica,...),laxitud ligamentosa,...
En
las mujeres existe una relación directa entre la fascitis plantar y
el acortamiento de la musculatura posterior de la pierna, muy
frecuente por el uso continuado de zapatos con tacón.
Así
mismo parece ser que también puede haber otros orígenes o factores
que impidan la correcta nutrición e hidratación del tejido de la
fascia de modo que esta no tenga la elasticidad necesaria.
Complicaciones.
Ignorar la fascitis plantar puede llevarnos a sentir un dolor crónico
que dificulte nuestras actividades normales. Este dolor crónico hará
que cambiemos nuestro modo de caminar para reducir el dolor de la
fascitis plantar generando nuevos problemas en el pie, rodilla,
cadera o, incluso, columna, convirtiéndose en el origen de nuevas
patologías. Si la tensión que nos provoca la fascitis plantar se
mantiene en el tiempo puede derivar en la aparición de un espolón
calcáneo.
Tratamiento. La mayoría de los pacientes con fascitis plantar se recuperan con reposo, colocando hielo sobre la zona dolorida y realizando estiramientos durante muchos meses.
- Fármacos. Analgésicos como el ibuprofeno y el naproxeno sódico pueden aliviar el dolor y la inflamación.
- Férulas o dispositivos ortopédicos. Pueden recomendarte el uso de una férula que estire la pantorrilla y el arco del pie mientras duermes. También se suele recomendar el uso de plantillas personalizadas.
- Cirugía y otros procedimientos. Sólo en caso de varios meses de tratamientos más convencionales sin éxito es posible que te planteen tratarlo mediante ondas de choque (aunque no está demostrada su efectividad), la extracción de tejido cicatricial de la fascitis por un procedimiento (Tenex) mínimamente invasivo o incluso someterse a cirugía cuando todos los restantes métodos han fallado.
- Medidas físicas....
Medidas
físicas.
Sin
embargo, es muy probable que la solución pueda ser mucho menos
invasiva y más sencilla. Para ello si nos dejamos asesorar por un
entrenador deportivo especializado en readaptación.
Podemos
resumir la acción desde el punto de vista físico en 3 puntos:
- Adelgazar. Al reducir el peso corporal (sobrepeso), la tensión a la que se ve expuesta la fascia plantar se reducirá notablemente. En muchos casos llega a ser suficiente para que los síntomas desaparezcan, incluso por completo. En Maisport te ayudaremos a conseguir sentirte más ligero con relativa facilidad. Te recomendamos que visites nuestras entradas del blog "Dani" y "Rocío"
- Higiene postural. En muchos casos los síntomas son consecuencia de un caminar anómalo provocado por viejas pequeñas lesiones en el pie (como esguinces y tendinitis) mal curadas, o por el uso de calzado inapropiado, tacones, etc... En Maisport te ayudaremos a adoptar una posición más correcta que, sin duda, minimizarán el estrés que padece la fascia plantar.
- Elasticidad y Potenciación muscular. Una causa-efecto frecuente es el acortamiento de la musculatura de la parte posterior de la pierna, en particular del tendón de Aquiles. Mediante ejercicios de estiramiento, relajación y fortalecimiento de dicha musculatura (y del resto de la musculatura de nuestras piernas) en Maisport te ayudaremos a aliviar los síntomas de modo que puedas continuar con tu ritmo de vida habitual.
Es
claro que, tomando las medidas físicas que acabamos de describir conseguirás reducir o eliminar los síntomas y, de este modo, evitar
que se agraven las molestias.
En la mayoría de los casos no es tan complicado el solucionar
tu problemática y no tienes porqué convivir con una molestias que,
sin duda, te impedirán disfrutar de una vida plena.
Maisport.
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